Como reacción a las contracciones supramáximas, el músculo responde con una profunda remodelación de su estructura interna, es decir, el crecimiento de las miofibrillas (hipertrofia muscular) y la creación de nuevas hebras proteicas y fibras musculares (hiperplasia muscular), dando lugar a un volumen y una densidad mayores del músculo.
A su vez, las contracciones intensas mejoran la liberación de la epinefrina, lo que activa un efecto de cascada que desencadena la lipólisis en las células de grasa. Dado que la estimulación es tan rápida e intensa, la respuesta lipolítica es excesiva y los AGL comienzan a sobre acumularse en los adipocitos (células grasas).